El sistema visual es muy complejo, habitualmente se presta atención solo a la graduación y a la agudeza visual pero puede haber alteraciones que solo se pueden valorar con exámenes más exhaustivos. La terapia visual tiene como objetivo valorar estos problemas y enseñar a nuestro sistema visual a trabajar de forma coordinada y mejorar así el rendimiento y la eficacia de este.
Es muy común que pasen desapercibidos problemas de bajo rendimiento escolar como consecuencia de problemas de percepción visual, los cuales solo se pueden detectar en un examen visual exhaustivo. Se estima que más del 30 % de las dificultades de aprendizaje en los niños se debe a problemas visuales con síntomas como dolores de cabeza, visión doble, molestias en los ojos, baja concentración…
La terapia visual se puede utilizar para tratar una variedad de problemas visuales, como la ambliopía (ojo vago), estrabismo (ojos desviados), problemas de enfoque y seguimiento, y otros problemas visuales que pueden afectar el aprendizaje y el rendimiento escolar.
El objetivo de la terapia visual es mejorar la capacidad de una persona para procesar, interpretar y responder a la información visual. Para ello trabajaremos con ejercicios de entrenamiento visual, de coordinación ojo-mano, y otros tipos de actividades que ayuden a fortalecer y mejorar la función visual.
Además de los ejercicios, también podemos usar herramientas como lentes, prismas o filtros selectivos. Estos dispositivos pueden ayudar a mejorar la capacidad visual de una persona y reducir la fatiga visual y otros síntomas relacionados con los problemas visuales.

Además de los ejercicios, la terapia visual también puede incluir el uso de herramientas visuales como lentes correctivos, prismas y filtros de color. Estos dispositivos pueden ayudar a mejorar la capacidad visual de una persona y reducir la fatiga visual y otros síntomas relacionados con los problemas visuales.